¿Existe un olor más desagradable que el de los excrementos? Tal vez los haya peores, pero seguro que la caca está en el podio. Entonces, ¿por qué todos los perros, sin excepción, tienen esa repugnante costumbre de olfatear la caca, ya sean las propias o las ajenas? Algunos llegan al extremo de ingerirlas sin pudor, para espanto de sus dueños (o de cualquiera que los vea).
Para tranquilidad nuestra, no se trata de una conducta asquerosa por parte de las mascotas. Nos da asco porque proyectamos nuestros hábitos y costumbres en nuestros familiares cuadrúpedos, de la misma manera que nos resulta simpático verlos vestidos con ropa humana.
La realidad es que existen razones perfectamente lógicas para esa conducta que nos causa tanto rechazo. Pero antes de responder por qué los perros olfatean sus excreciones, tenemos que hablar del olfato de los perros.
Olfato desarrollado
Los perros tienen cinco sentidos, igual que nosotros, pero, así como los humanos interpretamos el mundo principalmente a través de los ojos, en el caso de los perros es el olfato el sentido que lleva la delantera. El olfato es entre 10.000 y 100.000 veces más poderoso en el perro que en el hombre. De hecho, los perros (también los gatos y otros animales) cuentan con un órgano auxiliar del olfato, el órgano vomeronasal, que les permite detectar diversas señales químicas.
Uno de los principales usos que las fuerzas de seguridad (perros policía) y organizaciones rescatistas (perros bombero) hacen de los perros es por su olfato, tanto para la búsqueda de drogas, explosivos u otros objetos como para seguir el rastro de una persona perdida (a partir de una prenda, por ejemplo).
Señales químicas
Por otra parte, así como son capaces de captar diversos compuestos químicos, los perros emiten numerosas señales químicas, especialmente a través de las glándulas anales. Al oler la sustancia que emiten estas glándulas, los pichichos recogen gran cantidad de información sobre su emisor, como la edad, estado emocional y de salud, si está en celo… Esta es la razón por la cual dos perros que se encuentran casi invariablemente van directamente a olfatearse la cola.
Cuando el otro animal no está presente, a falta de la cola alcanza con la caca. Al hacer popó, las glándulas anales secretan su líquido, que queda allí. Cuando nuestra mascota huele los excrementos simplemente está recogiendo información sobre quién estuvo allí.
Más que un DNI, la caca del perro es una especie de diario personal o, al menos, las últimas páginas de esa bitácora personal.
Incluso es posible que se les dé por comer esos restos, lo cual puede tener diversas causas. En parte, puede deberse a una necesidad de “palpar” y desmenuzar el material para que los sensores del hocico puedan hacer mejor su trabajo. Pero también olfatear la caca puede ser una señal de algún tipo de desorden: estrés, ansiedad, necesidad de llamar la atención, insuficiencia de nutrientes o, simplemente, porque le atrae el olor.
Peligro de parásitos
De manera que olfatear la caca o incluso comer la de otros animales es una conducta perfectamente natural. Sin embargo, no debemos dejar que nuestra mascota se acostumbre a ese hábito. Y esto no porque resulte asqueroso. Es puramente una cuestión de salud. Con los excrementos, los perros expulsan diversos tipos de parásitos, además de bacterias (como salmonella o Escherichia colli) y otros microorganismos causantes de enfermedades, como guardias y parvovirus.
Todos ellos ingresan a la mascota mediante la ingesta de la materia fecal (muchas veces alcanza con el olfateo) y, de hecho, este es uno de los medios más frecuentes de contagio de enfermedades. Si querés conocer cuáles son los parásitos más comunes de perros y gatos, leé esta nota . Para saber cómo tratar los parásitos, te recomendamos esta otra .
Por eso es importante levantar la caca cuando lo sacamos a pasear .
Además de evitar que tu mascota se refriegue con los restos de otros animales, es importante que nos lavemos las manos al volver de un paseo con el perro, ya que muchas enfermedades del perro pueden transmitirse a los humanos.
Por la misma razón, de vuelta a casa se deben revisar las patas del perro y limpiarlas si es necesario, ya que las almohadillas son muy sensibles y algunos patógenos pueden ingresar por allí.
En HolaVet trabajamos para que puedas ofrecerle lo mejor a tu mascota y que siempre goce de buena salud. Esa es nuestra responsabilidad.
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