Las contracturas musculares no son exclusivas de los humanos; nuestros amigos de cuatro patas también pueden sufrirlas. Este problema, que provoca rigidez y dolor muscular, afecta a perros de todas las edades, razas y niveles de actividad, aunque es más común en aquellos que realizan ejercicio intenso o en los que padecen problemas de salud como la displasia de cadera o la artritis. A lo largo de este artículo, exploraremos qué son las contracturas musculares, por qué se producen, cómo podemos detectarlas en nuestras mascotas y qué medidas tomar para prevenirlas y tratarlas, siempre manteniendo en mente el bienestar de las mascotas.
Las contracturas en perros, al igual que en humanos, se producen cuando uno o varios músculos se mantienen contraídos de manera involuntaria durante un tiempo prolongado. Esta tensión constante puede deberse a múltiples factores, desde la sobreexigencia física hasta problemas articulares. Además, con el paso del tiempo, si no se trata adecuadamente, una contractura puede limitar significativamente la movilidad del perro y empeorar su calidad de vida. Por eso, es esencial saber cómo actuar a tiempo para evitar que el dolor se vuelva crónico o desemboque en una lesión más grave.
¿Por qué se producen las contracturas musculares en perros?
Existen diferentes causas que pueden desencadenar una contractura muscular en un perro. Una de las más comunes es el sobre esfuerzo físico. Los perros que practican actividades físicas intensas, como correr largas distancias, jugar de manera enérgica o realizar deportes caninos, pueden forzar sus músculos más allá de su límite. Aunque el ejercicio es fundamental para el bienestar de las mascotas, es importante controlar la intensidad y duración de estas actividades para evitar daños musculares. También es relevante tener en cuenta que los perros que no están acostumbrados a la actividad física intensa pueden ser más propensos a sufrir contracturas, ya que sus músculos no están preparados para soportar grandes esfuerzos.
Otra de las causas principales son los problemas articulares, como la displasia de cadera o la artritis. Estas condiciones afectan la movilidad de los perros, lo que les lleva a adoptar posturas compensatorias para aliviar el dolor articular, pero que a largo plazo generan tensiones innecesarias en los músculos. Esta tensión constante acaba derivando en contracturas que, si no se tratan, pueden agravar el dolor inicial. Por último, el envejecimiento es otro factor importante a tener en cuenta. A medida que los perros envejecen, su elasticidad muscular y su capacidad de recuperación disminuyen, lo que los hace más susceptibles a sufrir este tipo de problemas musculares.
Cómo detectar las contracturas musculares en perros
Detectar una contractura muscular en un perro puede ser un desafío, ya que ellos no pueden comunicarnos directamente si sienten dolor. Sin embargo, existen ciertos signos que pueden indicarnos que algo no está bien. Uno de los primeros indicadores es un cambio en el comportamiento. Si notas que tu perro está menos activo, evita moverse o se niega a jugar como lo hacía antes, podría estar sufriendo una contractura. La rigidez o renguera son también señales importantes, especialmente si tu perro parece tener problemas para levantarse o caminar después de haber estado en reposo.
La sensibilidad al tacto es otro signo clave. Si al acariciar a tu perro o manipular ciertas áreas de su cuerpo notas que se queja, se retira o muestra incomodidad, es posible que haya una contractura en esa zona. Además, presta atención a la postura de tu perro. Las posturas anormales, como encorvar la espalda, inclinar la cabeza hacia un lado o caminar de forma descoordinada, pueden ser intentos de aliviar la incomodidad muscular.
Prevención de las contracturas musculares en perros
La prevención es siempre la mejor estrategia cuando se trata del bienestar de nuestras mascotas. Existen varias medidas que podemos adoptar para evitar que nuestros perros sufran contracturas musculares. En primer lugar, es fundamental que nuestros perros realicen actividad física regular, pero con moderación. Aunque el ejercicio es esencial para mantener la salud de los músculos y las articulaciones, es importante evitar que nuestros perros se sobreexijan. Asegúrate de que tu perro esté bien preparado antes de realizar actividades intensas y, si no está acostumbrado, aumenta gradualmente la intensidad de los ejercicios.
Un punto que muchas veces pasamos por alto es el calentamiento previo. Al igual que los humanos, los perros también necesitan calentar sus músculos antes de realizar ejercicios intensos. Movimientos suaves como caminar despacio o trotar levemente pueden ayudar a preparar los músculos de tu perro para una actividad más intensa. Después del ejercicio, un enfriamiento también es recomendable, ya que ayuda a que los músculos se relajen de manera adecuada. Además, proporcionar a tu perro una cucha cómoda y adecuada es esencial, sobre todo si es mayor o tiene problemas articulares. Una cama que ofrezca un buen soporte puede reducir el riesgo de tensiones musculares innecesarias.
Tratamiento de las contracturas
Si sospechas que tu perro ha desarrollado una contractura muscular, lo primero que debes hacer, además de consultar con tu veterinario, es proporcionarle descanso y evitar que realice esfuerzos adicionales. Las compresas frías o calientes pueden ser una buena solución inicial dependiendo de la gravedad del caso. Las compresas frías ayudan a reducir la inflamación, mientras que las compresas calientes relajan los músculos tensos. Los masajes suaves también pueden ser beneficiosos, siempre y cuando se realicen con cuidado y con supervisión. Antes de comenzar con cualquier terapia, consultá con un veterinario o fisioterapeuta especializado en mascotas.
En los casos en los que el dolor persista o no haya mejoría, es fundamental acudir al veterinario de manera presencial para una evaluación más profunda. Un profesional podrá determinar si es necesario recetar antiinflamatorios o recomendar tratamientos más avanzados como la fisioterapia canina. Aquí es donde contar con un seguro de mascotas como el que ofrece HolaVet se vuelve un aliado indispensable. Con cobertura integral que incluye consultas veterinarias a domicilio, consultas online e intervenciones quirúrgicas, Hola Vet te asegura que tu perro recibirá el mejor cuidado posible sin que el costo sea una preocupación.
El bienestar de tu mascota es la prioridad
Las contracturas musculares pueden afectar seriamente la calidad de vida de tu perro, pero con las medidas adecuadas de prevención y tratamiento, es posible mantenerlo sano y activo. Recordá que la mejor forma de cuidar a tu perro es estar siempre atento a los signos de malestar y actuar con rapidez. Contar con un seguro de mascotas como el de Hola Vet te permite acceder a servicios veterinarios completos a un precio accesible, garantizando que tu mascota siempre reciba la atención que necesita para su bienestar.
