Cuidar a nuestra mascota significa, entre otras cosas, llevarla periódicamente al veterinario. Pero, ¿cada cuánto debe realizarse la visita? ¿Hay que ir igual, aunque no le pase nada? ¿Es lo mismo para perros y gatos?
No es una cuestión para tomar a la ligera, porque la mayoría de las personas con mascotas descuidan este tema. De hecho, según datos estadísticos, en EE. UU., por ejemplo, una de cada cuatro personas no tiene la costumbre de llevar su mascota al veterinario, exponiendo no solo a su mascota a un deterioro de su salud, sino también a que otras mascotas padezcan potenciales contagios de infecciones y parásitos.
Frecuencia en mascotas adultas
La recomendación de los especialistas es que las mascotas adultas (tanto perros como gatos, sin importar la raza) hagan una visita anual de chequeo a la veterinaria, incluso si no presenta ninguna anomalía. Existen muchas enfermedades silenciosas que no muestran síntomas, además de que el médico veterinario está capacitado para distinguir pequeñas alteraciones en nuestro amigo peludo, que podrían indicar que algo no anda bien.
Por otra parte, la visita anual es importante para mantenerse al día con el calendario de vacunación, como en el caso de los refuerzos de la antirrábica.
Casos especiales
Existen situaciones puntuales que alteran la regla general de llevar la mascota al veterinario una vez al año. Naturalmente, si el animal ya tiene alguna enfermedad o está bajo tratamiento, las consultas deberán ser más frecuentes, según lo indique el profesional. Más allá de estos casos específicos, existen otros dos momentos en que se debe visitar al veterinario con más frecuencia: en el primer año de vida y en los últimos años.
Durante las primeras semanas de vida, el pequeño cachorrito o minino está más expuesto a ciertas enfermedades, por eso es importante monitorear de cerca su salud, y por eso en esta etapa de su vida se le dan las principales vacunas. Además, se les realiza las necesarias desparasitaciones y, en el caso de los países que lo requieren, se le coloca el microchip de identificación. El veterinario determinará el calendario de visitas, cuya frecuencia puede ser de tres semanas a un mes o más.
En cuanto a las mascotas mayores, para revisar posibles deterioros en su salud, conviene ir dos veces al año. A qué edad una mascota se considera “mayor” es algo que depende del tipo de animal. En el caso de los perros puede variar entre los 7 y los 10 años de edad, según el tamaño y la raza. Para los gatos, la regla general es a partir de los 10 años. Vale la pena remarcar que los gatos necesitan ir al veterinario tanto como los perros, lo cual no se acostumbra. Se estima que los felinos son llevados al veterinario la mitad de veces o menos que sus primos caninos. Los gatos no suelen dar señales de molestias o malestar físico, pero eso no significa que no los sufran.
En el caso de las hembras preñadas, el período de gestación –tanto para gatos como para perros– es de unos 65 días. El veterinario indicará las necesidades de visitas para mantener un control adecuado y administrar las vacunas pertinentes.
Ocuparse de una mascota implica una serie de ocupaciones y responsabilidades que debemos cumplir, como la visita periódica al veterinario y seguir el calendario de vacunación. Si a esto le sumamos medicamentos como antiparasitarios, estudios clínicos y gastos de comida, una mascota puede convertirse en una carga onerosa de peso. Por eso, HolaVet es el seguro de mascotas que te permite ahorrar ofreciéndote el mejor servicio, siempre a tu disponibilidad.
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