Los perritos pequeños se pusieron de moda desde hace unos años. Son los elegidos de conocidas figuras del espectáculo, de Susana Giménez (yorkshire terrier) a Paris Hilton (pomerania), pasando por Miley Cyrus (chihuahua) o Dwayne “The Rock” Johnson (bulldog francés).
Es que su atractivo es indiscutible: hay algo en el tamaño diminuto que inspira ternura, como si fueran cachorros perpetuos.
Además, son una muy buena opción para quienes viven en departamentos o casas chicas. También son una elección frecuente para las personas mayores, ya que requieren menor exigencia física que los perros más grandes. Encima, por regla general, los perros chicos viven más años que los de mayor tamaño.
Sin embargo, no son todas ventajas. Las razas miniatura requieren ciertos cuidados específicos que vienen con el envase chico.
Chico y súper chico
A la hora de definir qué es una raza chica, no hay un acuerdo preciso, y la forma de referirse a ellos también es variable. Dentro de las razas “clásicas”, hay varias que, por su tamaño se han denominado toy (“juguete” en inglés) o miniatura. Algunas de las más conocidas son yorkshire terrier, bichón maltés y frisé, pomerania, chihuahua, pequinés y caniche. Pero en años recientes se han creado variedades incluso más chicas de estas razas pequeñas, a las que se ha designado con términos como mini toy, micro toy o teacup, que significa “taza de té” en inglés, porque son tan pequeños que pueden entrar en una tacita.
A la hora de decidirse por una de estas criaturas encantadoras hay que tener en cuenta algunos aspectos de su salud que no se pueden pasar por alto, si queremos disfrutar de su compañía de manera sana. Esto es cierto para todos los perros pequeños, pero sobre todo aplica para las nuevas razas mini toy, que no son más que crías manipuladas para obtener ejemplares reducidos, descuidando cuestiones de salud que lleva a que los mini toy presenten riesgos de enfermedades serias. De modo que, antes de decidirte, echale una mirada a estos cinco puntos en los que detallamos algunos de los problemas que puede acarrear tener una raza de perro en extremo pequeña.
5 puntos a tener en cuenta con los Perros Toy
- 1. Genética. Para acelerar el proceso de reducción en tamaño, suelen hacerse cruzamientos entre individuos con una relación genética estrecha (es decir, son parientes cercanos). Esto disminuye la diversidad de la población, lo que puede llevar a consolidar enfermedades genéticas.
- 2. Alimentación. Los perros miniatura se sacian con menos comida, debido a su pequeño estómago, pero deben ser alimentados con mayor frecuencia que perros mayores. Si la alimentación es deficiente pueden tener una caída del azúcar (hipoglucemia), que puede requerir una visita de urgencia al veterinario. Por otra parte, también se debe evitar darles demasiada comida, lo que podría llevar a un exceso calórico que podría desembocar en obesidad. El tamaño reducido de los toy hace que, por ejemplo, tengan mayor predisposición a la deshidratación como consecuencia de una diarrea.
- 3. Respiración. Las razas pequeñas suelen tener problemas vinculados con la respiración, debido a sus hocicos pequeños, con frecuencia achatados, y un sistema respiratorio comprimido, que en las razas más diminutas puede dar lugar a colapso de la tráquea.
- 4. Órganos. Por lo general, los perros toy tienen huesos, dientes y articulaciones más frágiles que otros perros. Su estómago suele ser más sensible y la piel más delicada, por lo cual los efectos de una alergia o infección pueden ser más serios. El tamaño reducido de la boca, que lleva a un mayor apiñamiento de los dientes, favorece la caída de los dientes y la enfermedad periodontal. Por otra parte, en los ejemplares más pequeños, el tamaño dificulta el tratamiento con instrumentos convencionales por parte del veterinario.
- 5. Comportamiento. Diversos estudios indican que las razas más pequeñas son de personalidad fuerte, ya sea que presenten conducta defensiva o que manifiesten una conducta agresiva. Los científicos no han determinado en qué medida esto puede deberse a factores genéticos o al comportamiento aprendido. Algunos creen que su tamaño pequeño los hace sentirse bajo amenaza con mayor frecuencia, y esto los pone a la defensiva. También es posible que sean sobreprotegidos o se descuide su entrenamiento, lo cual impida una correcta socialización.
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