El que nunca se haya reído con la foto de un perrito vestido con saquito y corbata que tire la primera piedra. Sí, una mascota con ropa humana puede resultar divertido, pero la pregunta es: ¿se divierte el animal?
Más allá del aspecto estético, es verdad que a veces es recomendable un abrigo extra para nuestros pichichos o mininos, pero ¿en qué momento y para qué razas? ¿Se debe tomar algún cuidado o medida preventiva? ¿La ropa debe ser de algún material en particular?
Seguí leyendo y te vas a enterar de las respuestas a todas estas preguntas.
¿Le pongo ropa para mascotas?
El sentido común nos dice que la ropa para animales es innecesaria, ya que ellos ya vienen con su propio abrigo, que es su pelaje y grasa que los protege del frío y las inclemencias del tiempo.
Pero también es verdad que la diversidad de razas y su dispersión por todo el mundo hace que, a veces, el pelo de una mascota no sea suficiente para preservarla del clima riguroso. Esto es más frecuente en razas pequeñas y de pelo corto.
La edad es otra razón para vestir a un perro o gato, ya que los animales mayores pueden tener dificultades para mantener su sistema térmico en equilibrio.
Como siempre, es importante consultar con el veterinario para que nos indique si la ropa para nuestra mascota es algo realmente necesario.
Cinco recomendaciones sobre la ropa para mascotas
Hechas estas salvedades, estos son cinco puntos para tener en cuenta a la hora de decidir que nuestro cuadrúpedo use ropa.
La ropa debe ser:
- Cómoda, hecha especialmente para la raza o, al menos, para la contextura del animal. No debe entorpecer los movimientos naturales de la mascota. Si esta no se adapta a la ropa, puede causarle estrés.
- Funcional, si no es útil para el animal no sirve de nada que quede “gracioso” o que esté “a la moda”.
- Hecha de fibras naturales (como algodón), y flexible. Al lavar la ropa, dejar secarla bien.
- Sin botones al alcance de la boca, ni hilos sueltos, para evitar mordisqueos y posibles ingesta de material.
- Temporal. No hay que dejarles la ropa todo el tiempo. La humedad y la suciedad acumulada pueden dar lugar a enfermedades de la piel.
Sugerencias adicionales
- Gatos: la necesidad de vestirlos es aun menor que en los perros. Los felinos pasan buena parte del tiempo lamiéndose el cuerpo, de forma que la ropa les resulta muy incómoda y suele costarles adaptarse a ella más que a los perros.
- Ropa “de ocasión”: lo primordial, siempre, es pensar en el bienestar y la salud de nuestro pequeño compañero. Pero, a veces, se hace irresistible la tentación de ponerle un gorrito o algún otro accesorio de adorno (especialmente en cumpleaños o fiestas como Navidad). En ese caso, hay que tener en cuenta que el animal no se encuentre incómodo, que no dificulte su movilidad y, en última instancia, dejárselos el menor tiempo posible. ¡Así que sacale la foto de una vez y dejalo en paz!
- Adaptación: difícilmente nuestro amigo se sienta cómodo la primera vez que use ropa. No es natural. De forma que hay que contar con paciencia para ir acostumbrándolo paulatinamente.
- Cascabeles: no conviene ponerles accesorios que hagan ruido, porque –no hace falta decirlo– son molestos para el animal.
Ahora tenemos claro qué hacer para cuando hace frío. Pero, ¿y qué de la temporada de verano? ¿Está bien cortarle el pelo a nuestro perro para que se sienta más fresco? Si querés averiguar la respuesta, te contamos sobre el tema acá.
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