Ver dormir a nuestro perro o gato es una de las tantas tiernas experiencias que nos ofrece la vida junto a una mascota.
Todos hemos observado a nuestro animal hacer un movimiento reflejo con la pata mientras dormía, o lo hemos oído emitir un repentino quejido o gruñido. Como si estuviera soñando. Pero, ¿es así? ¿Sueñan perros y gatos?
La ciencia afirma que nuestras sospechas son fundadas. Diversos experimentos, llevados a cabo desde hace varias décadas, han probado que las mascotas pasan por las mismas fases del sueño que los humanos. De hecho, se cree que soñar es una actividad de todos los mamíferos. En 2001, el Dr. Matthew Wilson, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, experimentó con un grupo de ratas y encontró que, durante el sueño, su cerebro se activaba con los mismos patrones que cuando buscaban resolver un laberinto durante la vigilia.
Mientras dormimos, los humanos pasamos por fases de sueño profundo y otras en las cuales el cerebro está muy activo, durante las cuales soñamos. Esta última fase se conoce como MOR (sigla de “movimientos oculares rápidos”), porque nuestros ojos se mueven siguiendo la acción que ocurre en el sueño, mientras el resto de nuestros músculos quedan inmóviles. Estos mismos movimientos se han registrado en perros y gatos, lo cual (junto con el registro de la actividad cerebral) es la principal evidencia de que las mascotas sueñan.
No podemos saber con exactitud cuál es el contenido de esos sueños, pero los especialistas creen que, como ocurre con los humanos, se replican las actividades que se realizan durante la vigilia. Sí, posiblemente Toby sueñe con correr a buscar un palo o con perseguir algún animal.
Pero, ¿por qué sueñan nuestros gatos y perros? Probablemente por la misma razón que nosotros. Es una forma de procesar y ordenar la información nueva que han ido incorporando durante la vigilia. Es por eso que, se supone, los animales de mayor edad sueñan menos: no tienen muchas cosas nuevas que incorporar.
Aunque no tengamos la certeza de con qué sueñan las mascotas, se saben otras cosas, que podrían sorprendernos. Estos son tres datos curiosos sobre las mascotas y el sueño que quizás no conocías.
1. Los animales tienen pesadillas, tal como nosotros. Se cree que pueden deberse a traumas del pasado o a temores, como a ser abandonado o a pelearse con otro animal.
2. Los perros más pequeños sueñan con más frecuencia y por períodos más cortos que los de mayor tamaño. Todavía no se ha descubierto a qué se debe esta correlación entre el tamaño y la duración del sueño.
3. Los cachorritos y los perros más viejos tienen mayor tendencia a realizar movimientos reflejos durante el sueño. Cuando soñamos, una parte del encéfalo (el puente troncoencefálico, para los amantes de la precisión) se ocupa de inmovilizar los músculos (salvo los del ojo), y por eso no revoleamos brazos y piernas en el sueño. En los cachorritos, ese puente todavía no está completamente desarrollado, mientras que ya no trabaja de forma completamente eficiente en los individuos más viejos.
Esto es válido para las mascotas tanto como para los humanos.
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