Es uno de los mitos más persistentes sobre los perros: para conocer la edad de nuestra mascota comparada con los seres humanos alcanza con multiplicar sus años por 7. Es una creencia muy extendida, pero se trata de una simplificación excesiva que termina siendo inútil. Es una especie de promedio global entre lo que se estima que pueden vivir un perro y una persona (10 y 70 años, respectivamente), pero esto no toma en cuenta numerosas variables importantes. Las cosas son un poquito más complicadas.
En primer lugar, la maduración del perro respecto de la humana no es lineal: es decir, según los años que tenga el Bobby, la relación con los años humanos puede ser de 15 años, 9 años o apenas 4. Por ejemplo, la mayoría de los perros alcanzan la madurez sexual al año y medio de vida. Con el cálculo “tradicional” nos daría 10 años humanos, cuando todavía estamos más interesados en otras actividades que buscar pareja y formar una familia.
Por otra parte, la expectativa de vida de los perros es diferente según la raza, y puede variar de los 10 a los 15 años. Es mucho tiempo. Dejar de lado este dato nos puede hacer creer que nuestro ovejero alemán se fue “demasiado pronto” a los 11 años, cuando esa es su esperanza de vida normal. Hoy se sabe que, en general, las razas pequeñas, en general, viven más que las más grandes. Así, se puede esperar que un chihuahua alcance unos 15 años, mientras que un gran danés tiene una vida promedio menor a 9 años.
Pero, ¿qué sucede con los perros que no son de raza? En conjunto, suelen vivir algo más (un poco más de un año) que los de raza de tamaño equivalente.
A fines de 2019 científicos de la Universidad de California desarrollaron una fórmula más exacta, que involucra complicados logaritmos y multiplicaciones.
El problema con sus cálculos es que no toman en cuenta las diferencias de esperanza de vida según las razas, con lo cual tampoco es demasiado ajustado a casos particulares (salvo que tu mascota sea un labrador, que fue la raza que utilizaron los científicos de California para su estudio).
Un cálculo algo más preciso sería tomar el primer año de vida como 15 años humanos; el segundo año como 9 años más; y, de ahí en adelante, sumar 4 años humanos por cada año de perro. Si queremos más exactitud podríamos recurrir a una tabla comparativa, que, además, toma en cuenta los tamaños de los perros. No es tan sencillo como multiplicar por 7, pero es mucho más útil.
Ahora ya sabés cómo entender mejor qué significa la edad de tu perro.